viernes, 3 de julio de 2020

AUDIO-LINGUISTIC MODEL/MODELO AUDIO-LINGUISTA

4. Audio-Linguistic Model

More frequently referred to as Audio-Lingualism, this model emerged, once again, as a reaction to the Reading Approach because the latter lacked the emphasis on oral-auditory abilities. Audio-Lingualism started to develop after World War II, in the late 1940s. During the 1950s and 1960s, it dominated the instruction of foreign languages. Audio-Lingualism retakes many techniques already used in the Direct Approach, although it adds features from the structuralist and behaviourist schools, especially from the latter, which was in vogue in that era.
This Audio-Linguistic approach initiates its lessons by means of dialogues. Based upon the idea that language is a habit, mimic and memorisation are used in its procedures, repetition and imitation being emphasised in class activities. Grammar structures are sequenced and grammar is again taught inductively, as in the Direct Model.
Abilities are sequenced, therefore the procedures and activities are divided in two: first, listening and speaking; next, reading and writing. A relevant characteristic about Audio-Lingualism is that pronunciation is emphasised from the beginning, vocabulary being severely limited in the initial activities. The instructor rather concentrates on preventing mistakes. For this reason, the Audio-Lingualist instructor has often been perceived as and compared to a dog trainer. The instructor has to be skilful only in the structures and vocabulary that he is teaching, given that activities are carefully controlled in the didactic material. The same thing happens with the Direct Approach, in which I compared the instructor with a “robot” who does not think, who lacks initiative, who is not versatile. He is rather obliged to follow what a text elaborated by a person or group of persons “with a lot of experience and pedagogical experience” says. This way, the instructor is nullified during the whole process. However, this approach was used for many decades, becoming very popular especially at beginner levels. It was maybe because of so much repetition and imitation that a lot of people felt “robotised” – possibly like the instructor – as human contact with the instructor – the real source of feedback and so desirable in any teaching/learning process – was missing. Indeed, the comparison of an instructor with an animal trainer created many frustrations and failures in most of the participants, making them feel this way: “robots” or “animals” which are trained to produce conditioned behaviours and sounds as if they were parrots.
The previously reputed Language Laboratories, typical Audio-Lingualism teaching places, always had a cold and distant atmosphere. However, many persons tried them due to the technological novelty they represented. Sitting in a Laboratory with headphones on, inside a noise-proof cabin, pressing buttons, etc., apparently gave people the impression that they were really learning fast, although they did not notice that the true motivator was the human urge for something new. It was, in this case, technological novelty. It also happens in the current “language schools,” which are full of computers where the “instructor” once in a while passes by “to see how the pupil is doing,” without noticing that it is innovation that makes people spend hours in front of a computer screen. But it is known that results with these computer programmes are as illusory and deceiving as those popular Language Laboratories were during their era. In practice, Audio-Lingualism eventually declined because, among other things, those who practised it found that results did not approach at all what was expected. It was frequently proven that participants were incapable of using learned abilities outside the “language laboratories,” i.e. in real situations. Furthermore, many participants considered such experience boring and unsatisfactory.

4. Modelo Audio-lingüista.

Mejor conocido como Audiolingualismo, se originó, otra vez, como reacción al enfoque de Lectura, debido a que en éste último faltaba el énfasis en habilidades orales-auditivas. El Audiolingualismo comenzó a desarrollarse posteriormente a la Segunda Guerra Mundial, a finales de los años cuarenta. Durante las décadas de los cincuenta y los sesenta llegó a dominar completamente la instrucción de lenguas extranjeras. El Audiolingualismo retoma muchas técnicas ya usadas en el enfoque Directo, aunque añade rasgos de las escuelas estructuralistas y conductistas, sobre todo del conductismo al estar muy en boga en aquella época.
Éste enfoque Audio-lingüístico inicia las lecciones con diálogos. Basado en la idea de que el lenguaje es un hábito, usa mímica y memorización en sus procedimientos, enfatizando en las actividades en clase la repetición e imitación. La estructuras gramaticales van en secuencia y la gramática se vuelve a enseñar inductivamente, de forma similar al Modelo Directo.
Las habilidades van en secuencia, por lo que los procedimientos y actividades se dividen en dos: Primero escuchando y hablando, después leyendo y escribiendo. Una característica relevante del Audiolingualismo es que la pronunciación se enfatiza desde el principio, siendo el vocabulario severamente limitado en las actividades iniciales. El instructor se esfuerza preferentemente en prevenir errores. Debido a éstas características se ha percibido y comparado muchas veces al instructor del Audiolingualismo como al de un adiestrador de perros. El instructor debe ser hábil sólo en las estructuras y vocabulario que está enseñando, ya que las actividades están cuidadosamente controladas en el material didáctico. Sucede lo mismo que con el enfoque Directo, en el que comparé al instructor con un “robot” que no piensa, que no tiene iniciativa, que no es flexible. Sino que más bien tiene la obligación de seguir lo que le dice el texto construido por una persona o serie de personas “con mucha experiencia y conocimientos pedagógicos”. Quedando así el instructor como un cero a la izquierda durante todo el proceso. Sin embargo, éste enfoque se utilizó durante muchas décadas siendo muy popular sobre todo a niveles de principiantes. Aunque debido a tanta repetición e imitación mucha gente se sentía (posiblemente igual que el instructor) como “robotizada”, faltándole ese contacto humano con el instructor, lo cual es la verdadera fuente de retroalimentación, tan deseable en todo proceso de enseñanza/aprendizaje. De hecho, la comparación del instructor con un adiestrador de animales, creó muchas frustraciones y fracasos en la mayoría de los participantes, sintiéndose ellos como eso: “robots” o “animales” que son adiestrados para producir conductas condicionadas y sonidos condicionados como si fueran loros.
Los antes famosos Laboratorios de Idiomas, sitios típicos de la enseñanza por medio del Audiolingualismo, siempre tuvieron una atmósfera fría y distante, sin embargo muchas personas lo probaron debido a su novedad tecnológica. Pues estar sentado en un Laboratorio con los auriculares puestos, metido en una cabina insonora, presionando botones, etc., parece ser que le dio la sensación a mucha gente de que realmente estaban aprendiendo rápidamente, sin darse cuenta de que el verdadero motivador era el ansia humana por lo novedoso. En éste caso, como digo, la novedad tecnológica. Igual que sucede actualmente con las “escuelas de idiomas” que están repletas de ordenadores y el “instructor” va pasando de vez en cuando a ver “cómo lo está haciendo el alumno”, sin percatarse de que esa misma innovación es lo que lleva a la gente a pasarse horas y horas delante de la pantalla del ordenador. Pero se sabe, que los resultados con estos programas de ordenador son tan falaces y engañabobos como lo fueron en su momento los famosos Laboratorios de Idiomas. En la práctica, el Audiolingualismo fue decayendo debido, entre otras cosas, a que los que lo ejercitaban encontraban que los resultados no se acercaban para nada a lo esperado. Frecuentemente se comprobaba que los participantes eran incapaces de usar las destrezas aprendidas fuera del “laboratorio de idiomas”, es decir, a situaciones reales. Además, muchos de los participantes consideraban la experiencia como aburrida e insatisfactoria.

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