sábado, 4 de julio de 2020

AREAS OF ACTIVITY/ÁREAS DE ACTIVIDAD

In this approach, we can appreciate that the target language plays a secondary role, a supplementary role. In such an approach, the target language is a means of developing the professional expertise of the participant. Language becomes a need to fully expand his work, thus causing a strong co-relationship between the target language and the areas of activity of a specific participant to exist. Therefore, courses have a design and dynamics that are directed towards a concrete objective. As we shall later see in the explanation of the different modules (Appendix 1), knowing the participant’s ability to sell watches in Spanish-speaking countries after a specific number of sessions, for example, will depend on his level. Everything will depend on the complexity of the activity. In other words, in order to sell watches in the target language, it will suffice the participant to reach level 1. (The equivalent of 50 sessions.) However, if another participant of the same level wishes to give lectures about the detailed functioning of his watches or about a computerised watch-production model to an exclusively Spanish-speaking audience, it would be highly recommended for him to reach level 4. (The equivalent of 200 sessions.) In other words, it will all depend on the initial level and the complexity of the activity to be performed. What need be clear is that the instructor must be convinced, when talking to the participants about intensive courses, that a specific participant will be able to accomplish the activity of his wish after finishing the sessions recommended by the instructor. Hence the initial analysis of the number of sessions is fundamental in all senses. I shall later insist on this subject. For the time being, I want to emphasise that the target language is one and the same regardless of the activity in which it will be used. However, a terminology is defined for each activity. Spanish grammar, for example, has the same structure for different types of situations and professions; that is obvious. The difference lies in the vocabulary and the terminology defined. And what LSP wants to emphasise is the fact of locating said terminology from the beginning of the course as the participant learns the structure of said language. It is true that language is a general system, but it is mainly used for communication purposes. Indeed, it is practically impossible to draw a line between what is general and what is specific, given that even a person who sells watches will need a certain vocabulary within a merely social context. This is why, logically, within the LSP Approach, intermediate courses (level 3 and beyond) are the most successful, given that the participant controls the target language in many different ways. He only need involve with the instructor in the concrete situations of his profession. Despite this fact, as I have stressed before, it all depends on the complexity of the activity to be performed. Specifically, I have imparted intensive courses to salesmen about to work in Spanish-speaking countries, as well as to salesmen about to work in English-speaking countries. Being brand-new beginners and having just reached level 2 (the equivalent of 100 sessions), they found themselves perfectly ready to fulfil their objectives. Nonetheless, as a general rule, LSP works better for intermediate levels for obvious reasons.
En este enfoque podemos apreciar que la lengua objetivo juega realmente un papel secundario, un papel auxiliar. En tal enfoque la lengua objetivo es un medio para desarrollar y mejorar la carrera profesional del participante. La lengua se convierte en una necesidad para poder ampliar plenamente su trabajo, existiendo así una fuerte correlación entre la lengua objetivo y las áreas de actividad de un determinado participante. Así los cursos tienen un diseño y una dinámica que va dirigida a una meta concreta. Como veremos más adelante en la explicación de los diferentes módulos (Apéndice 1), depende del nivel del participante para saber si después de determinado número de sesiones estará preparado para vender relojes en los países de habla hispana, por ejemplo. Todo dependerá de la complejidad de la actividad. Es decir, para vender relojes en la lengua objetivo, posiblemente para un principiante total llegar al nivel 1 (equivalente a 50 sesiones) sea suficiente. Pero si otro participante al mismo nivel desea dar conferencias sobre el funcionamiento detallado de sus relojes o sobre un modelo informático de relojería ante una audiencia exclusivamente hispana, entonces sí se recomendaría por lo menos llegar al nivel 4 (equivalente a 200 sesiones). O sea, todo dependerá del nivel inicial y de la complejidad de la actividad a realizar. Lo que tiene que quedar claro es que el instructor debe estar convencido, al hablar con los participantes sobre los cursos intensivos, que un determinado participante pueda realizar la actividad que desea al finalizar las sesiones recomendadas por el mismo instructor. De ahí que el análisis inicial sobre el número de sesiones sea fundamental en todos los sentidos. Ya insistiré sobre éste tema posteriormente. Por lo pronto quiero subrayar que la lengua objetivo es una y la misma no importando en lo que se vaya a usar. Sin embargo, existe una terminología definida para cada actividad. La gramática española, por ejemplo, tiene la misma estructura para diferentes tipos de situaciones y profesiones, eso es obvio. La diferencia radica en el vocabulario y la terminología definida. Y lo que quiere enfatizar el LSP es el ir acomodando dicha terminología desde el comienzo del curso al tiempo que el participante va aprendiendo la estructura de la lengua en cuestión. El idioma es un sistema general, sí, pero el idioma se necesita más que nada para comunicarse. De hecho, es prácticamente imposible trazar una línea de separación entre lo general y lo específico ya que aún la persona que venda relojes necesitará cierto vocabulario dentro de un contexto meramente social. Por lo que, lógicamente, los cursos con mayor éxito desde un enfoque de LSP son los cursos intermedios (niveles 3 en adelante), ya que el participante controla de muchas otras formas la lengua objetivo. Necesitando únicamente involucrarse con el instructor en las situaciones concretas de su profesión. A pesar de esto, como he recalcado anteriormente, depende todo de la complejidad de la actividad que se vaya a efectuar. Personalmente, he impartido clases intensivas a vendedores que iban a trabajar en tanto en países de habla hispana, como otros que iban a trabajar en países de habla inglesa. Siendo totalmente principiantes y únicamente llegando al nivel 2 (equivalente a 100 sesiones) se encontraban perfectamente preparados para cumplir con sus objetivos. Con todo y eso, como regla general, el LSP funciona mejor con los niveles intermedios por razones obvias.


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