martes, 29 de julio de 2014

Cámara de Comercio Hispano-Danesa: Carlos Valle Romo CENTRO ELEUSIS, medlem, Intervie...

Cámara de Comercio Hispano-Danesa: Carlos Valle Romo CENTRO ELEUSIS, medlem, Intervie...: Lær spansk via dybdeafspænding Carlos Valle Romo, CENTRO ELEUSIS  Psykolog har stor succes med at lære folk at tale spansk ”Vi...

lunes, 21 de julio de 2014

Cámara de Comercio Hispano-Danesa: Centro Eleusis (medlem) Interview med cand. psyk....

Cámara de Comercio Hispano-Danesa: Centro Eleusis (medlem) Interview med cand. psyk....:    En fantastisk indlæringsmetode som er udviklet af Carlos Valle Romo selv. I interview'et i Solkysten kommenteres:       Er du...

jueves, 3 de julio de 2014

ACTIVACIÓN DE LA MEMORIA


                                         ACTIVACIÓN DE LA MEMORIA

 

Siguiendo la línea planteada de un modelo de Sistema Abierto para la enseñanza/aprendizaje de idiomas dentro de un marco enfocado hacia el aprendizaje acelerativo, he de encarar fríamente los “problemas de memorización” que tanta literatura científica y pseudocientífica ha ido produciendo durante las últimas décadas.

Al encontrarse el participante actuando activamente durante la formulación de oraciones personales sobre muy diversos temas espontáneos, él mismo va comprendiendo lógicamente la forma de construir tales oraciones y todas las nuevas que irá produciendo durante el resto del curso. Recordemos que su referencia es su propio idioma, de ahí que para aprender a comunicarse no necesite explicaciones teóricas de carácter gramatical descriptivo, sino que se irá comparando desde el primer día del curso la lengua objetivo con la lengua vernácula del participante. Hasta los mismos errores deben  ser traducidos con los principiantes, ya que esto les ayuda mucho a evitar errores típicos y a familiarizarse con la lengua como por ejemplo, el verbo “telefonear”en español. La mayoría de los principiantes caerán en la trampa de decir “Yo teléfono”, lo cual es erróneo y suena en español como si se dijera en inglés “I am a telephone” o en danés “Jeg er en telefon”. Estos tipos de errores, además de estimular la risa en los participantes creando así un buen ambiente amistoso, son también importantes de usarlos para que los participantes comparen cómo se oirían expresiones comunes, erróneamente, usadas por los extranjeros en su propia lengua. Tal discernimiento los estimula a poner más atención en los pequeños detalles tanto fonéticos así como sintácticos y semánticos, pues es obvio que no querrán hablar la lengua objetivo como lo hacen los extranjeros que intentan hablar, erróneamente, en su lengua. Aquí, el miedo al ridículo juega un papel relevante psicológicamente, estimulando a la persona a pronunciar las palabras de la mejor manera posible, estructurar las frases y oraciones con la mayor coherencia posible e igualmente construir sus ideas completas con la mayor congruencia posible.

En el ejemplo anteriormente citado, le indica al mismo tiempo al participante que en todos los verbos regulares debe pronunciarse hasta la última letra  antes de llegar a la terminación de la forma infinitiva, colocando la terminación pertinente según el pronombre personal que corresponda. Bueno, pues en lugar de darle una explicación tan rimbombante al participante como la que he dado, se le dice simplemente”Cuidado, yo teléfono es como si yo dijera en su idioma: I am a telephone”. Una vez pasada la carcajada inicial la persona rápidamente se pone más atenta al conjugar los verbos.

Con lo antes dicho, tenemos que partir de la base de que sabemos de antemano que en cualquier país europeo o en todo caso cualquier país donde predomine la cultura occidental, el 80% o más de sus habitantes desconocen la gramática descriptiva de su propio idioma. Por lo que es totalmente ilógico intentar enseñar una lengua nueva basándose en reglas gramaticales y aún peor, usando “explicaciones gramaticales” que no son para el común de los mortales sino para especialistas en Lingüística o Filología. Debemos tomar en cuenta que toda la gente que quiere aprender un idioma extranjero de forma acelerada está interesado única y exclusivamente en comunicarse en esa lengua objetivo y no en ser especialista fonético, ni morfosintáctico ni mucho menos semántico. Lo único que se pretende es hablarlo y comprenderlo. Una vez controlando el habla, a lo mejor sí le apetece después escribirlo correctamente, entonces sí le recomendaría un pequeño libro de Gramática para ir conociendo las reglas de la escritura. Pero en ese momento ya no necesita ningún instructor de idiomas, porque ya domina la lengua, y lo que tiene que hacer es capacitarse para escribir con habilidad. Es prácticamente de la misma forma en la que nosotros aprendimos a estudiar la gramática en nuestra propia lengua. Es decir, las clases de Gramática pura y dura comenzaron cuando ya teníamos unos 7 u 8 años de edad. En ese momento ya estábamos preparados tanto mentalmente como lingüísticamente  para analizar y profundizar en nuestra propia lengua, o sea, que ya la hablábamos casi a la perfección desde el punto de vista de hablantes nativos.

Todo lo anterior lo he comprobado fehacientemente. De verdad que hay personas, por otra parte muy exitosas en su vida profesional y social, que no tienen ni la menor idea de lo que es un Artículo Indeterminado o un Artículo Determinado. Consecuentemente, la forma más correcta de enseñar tales elementos esenciales para construir oraciones coherentes, es por medio de la comparación con su propia lengua. Así, en lugar de hablar sobre Artículos Determinados a un participante inglés, lo mejor será decirle que “the” es en español “el/la/los/las” induciéndole por medio de ejercicios espontáneos a comprender sus connotaciones de Género y Número, ahorrando un tiempo precioso en la rapidez de la comprensión morfosintáctica. Todos los ejercicios que vayan surgiendo espontáneamente deben tener su correlativo en la lengua del participante, especialmente, como he dicho antes, en los primeros niveles.

El otro lado de la moneda, es decir, enseñar sin gramática descriptiva pero utilizando únicamente la lengua objetivo desde el primer día, es obviamente una pérdida total de tiempo y energía. Y de hecho he comprobado que aquellos institutos que usan tal método se debe simple y llanamente a que sus instructores no hablan sino la lengua objetivo. No dominan ninguna otra lengua. Lo cual, en mi opinión, parece una desfachatez aberrante ya que sabemos de antemano que cualquier adulto necesita una “explicación” de algún tipo en su propia lengua incluso en niveles intermedios. Los participantes a los cuales he enseñado inglés o español y que antes habían participado en cursos donde les “vendieron” la idea del “Método Natural”, me comentan siempre que el primer día estaba muy bien pues eran las cosas más sencillas como el”buenos días-buenas tardes-buenas noches”, pero en el momento, o sea, desde el tercer o cuarto día, en que se comenzaba a complicar el diálogo del texto, la comprensión era ínfima   ya que más bien se trataba de un proceso de adivinanzas, haciendo el instructor de payaso intentando expresar con mímica por ejemplo: “Mañana voy a trabajar por la mañana, pero no por la tarde”. ¡A ver cómo se explica eso con mímica! Con lo cual nunca se sabía con certeza lo que intentaba decir el instructor o el texto del “Método Natural”.

Una vez que hayan comprendido los principiantes la lógica de la lengua objetivo por medio de ejercicios fonéticos, morfosintácticos y semánticos, será el momento en el que lo que llamamos “Retención Memorística” comenzará a funcionar. Antes no. Es imposible recordar cosas que no comprendemos. Nuestra memoria no trabaja acumulando datos ilógicos. Al contrario, para nuestra memoria es esencial que la información con la que se trabaja en un momento dado tenga una lógica total y sea lo más transparente posible. De ahí  que todos esos cursillos de “mejore su memoria” o “ejercite su memoria” no entran para nada en mi forma de percibir la enseñanza de idiomas, ni de ningún otro tipo de enseñanza. Y ese fue uno de los errores fundamentales de Lozanov  con su Método Sugestológico. Para Lozanov era esencial que las personas “memorizaran” cientos y miles de palabras durante sus sesiones. El pequeño pero trascendental error consiste en no comprender que para dominar un idioma extranjero no se trata de saber de memoria un sinfín de palabras, sino de aprender desde el primer momento a estructurar coherentemente  las palabras conocidas con el fin de crear una oración correcta. Estructurando congruentemente las oraciones que se van produciendo con la finalidad de crear una conversación razonable y fluida. Este proceso es el que yo llamo proceso de Espontaneidad en el Habla, sobre el cual hablaré en el Capítulo 8.- Método Hipnagológico.. Lo importante no es el número de palabras que se “recuerden” en un momento dado, sino en aprender a usar las palabras ya “recordadas” en muy diversas situaciones de manera espontánea. El hecho de saber muchas palabras en la lengua objetivo no supone para nada que la persona hable  en dicha lengua con fluidez y correctamente. De hecho, muchos de los participantes que vienen a mis clases de español  saben infinidad de palabras en la lengua española ya que han vivido en España durante 5 o 10 o 15 o 20 o aún (que los he tenido) 25 años. Obviamente estos individuos habían escuchado y aprendido muchas palabras. Y habían participado en muchos cursos convencionales, etc. Sin embargo, vinieron a mí porque lo que les faltaba era aprender a construir oraciones coherentes y entablar conversaciones congruentes. Tenían errores tan graves como decir: “Yo gusto”  que traducido al inglés sería algo así como “me like” o al danés “mig kan lide”. Dicha expresión, al haberse utilizado durante tantos años sin darse cuenta de que era errónea, encontrándose el hábito fuertemente arraigado, es bastante difícil quitarla del léxico del participante. Con éste tipo de participantes, dicho sea de paso, es muy difícil trabajar pues primero es menester “limpiar” todos sus errores adquiridos a través de tantos años y después enseñarles a hablar con propiedad.

Por lo que, resumiendo, memorizar material que no tiene sentido  para el participante es una pérdida de tiempo y al final el mismo participante cree subjetivamente que  tiene “mala memoria”, que “ya está muy viejo para aprender un idioma extranjero”, y muchas otras falsas conclusiones que frustran e inhiben a las personas en su intento de aprender algo nuevo. Sin darse siquiera cuenta de que es debido al método o los métodos con lo que han intentado enseñarle. Tan es así que cuando  vienen a mis cursos hay muchos participantes que me comentan que han estado usando siempre (durante muchos años) la forma verbal del Presente Simple únicamente. “Y claro, la gente me comprende”, me comentan, “pero ahora que ya sé y uso el Pasado y el Futuro me doy cuenta de lo ridículo que se oía”. Lo típico de, por ejemplo: “Ayer voy a la playa”, que traducido al inglés sería: “Yesterday I go to the beach”, o en danés: “I gaar, gaar jeg paa stranden”.

En muchos cursos me he quedado boquiabierto al comprobar que participantes de 78 y aún 82 años tenían una capacidad memorística fantástica. Pero por supuesto, primero tenían que comprender lógicamente el contenido de lo expuesto y era entonces cuando su memoria comenzaba a funcionar a las mil maravillas. No estoy diciendo que retenían tan rápidamente como un participante de 20 años o menos. No, pero retenían la mayor parte del material dado y aprendían a usarlo de una forma eficaz en su entorno social. Y eso, creo yo, es lo esencial.

Por lo que, una vez comprendida la lógica interna de la lengua objetivo la memoria se activa. Esta activación de la memoria, por medio de la lógica, implica que el organismo aprende por experiencia. El participante mismo debe “descubrir” esa lógica en la lengua objetivo. Siendo el trabajo del instructor el guiarlo hacia ese “descubrimiento”. Cuando aparece la experiencia del “Ajá” y se da cuenta el participante de lo mecánico que es en sí, por ejemplo, todo el procedimiento conjugativo de los verbos regulares en español es cuando su memoria se dispara y es un placer para el participante crear infinidad de oraciones “jugando” con esos verbos regulares creando verdaderas conversaciones espontáneas con el instructor. En el momento en el que el participante ha asimilado la mecánica de los verbos regulares, entonces sí, le voy enseñando, poco a poco, los irregulares, es decir, las excepciones. Hacer lo contrario es absurdo. Muchos participantes en mis cursos me han comentado que lo primero que aprendieron en español fue el verbo “ser” (to be) que es irregular. Y aparte de que se tardaron varios días en “memorizar” el susodicho verbo, pensaron que todos los verbos en español eran de esas características, es decir, que no había ninguna mecánica lógica, lo cual no es el caso en la gran mayoría de los verbos.

De ahí que yo siga la idea chomskiana de que el lenguaje es  una actividad creativa me parece del todo correcta. Siendo el papel de motivador del instructor esencial. Sin un buen motivador cualquier curso intensivo de idiomas está destinado al fracaso. Como expliqué antes, el interés del participante ya existe de hecho, se podría decir, de forma innata, siendo su actuación la que produce la energía necesaria para aprender rápidamente. Pero si la actuación  no es retroalimentada correctamente, espontáneamente y eficazmente por el instructor, el interés decae mucho y los resultados ya no son los mismos. El instructor debe conocer en todo momento la estructura cognitiva específica del participante, la misma que debe poseer lo que David Ausubel (1983) denomina como “significado lógico”, debiendo ser relacionable de manera intencional y substancial con la etapa correspondiente y pertinente que se encuentra disponible en la estructura cognitiva del participante en un momento dado. Este “significado lógico” se refiere obviamente a las características inherentes de los elementos que se van a aprender y a la naturaleza de los mismos.

Esta forma de aprender  parece ser que ya existía (aunque no en la enseñanza de idiomas, desgraciadamente) en la Antigua Grecia. La oralidad mimética se desarrolló en Grecia desde el siglo VIII a.c. con las obras homéricas, las cuales eran aprendidas de memoria por los alumnos. La escritura casi no se usaba, sino que todo mensaje de la vida cotidiana requería de un esfuerzo de oralidad mimética.  De ahí el desarrollo de la poesía en la Antigua Grecia donde la rima en verso ayuda mucho a la memorización rápida y eficaz. Tal concepción fue desplazada paulatinamente durante la época de Platón (siglo IV a.c.) conociéndosele como oralidad dialéctica. Fue, digamos, la culminación de la metodología socrática del diálogo refutatorio y mayéutico.  Así nació y se desarrolló una forma diferente de oralidad. Una oralidad creada por los filósofos: La oralidad dialéctica, utilizada de forma exclusiva por Tales de Mileto y por Sócrates, tenía como finalidad el estimular el pensamiento lógico del individuo. De hecho, el desarrollo pleno de la oralidad dialéctica es el fundamento de nuestra llamada cultura occidental. El uso de la lógica en el aprendizaje y no sólo la pura y simple repetición de la oralidad mimética que  es, como he dicho antes, importante pero sólo usándola de forma esporádica y no dándole una importancia desmesurada, hizo que la oralidad dialéctica haya influido igualmente en el desarrollo de la escritura. Todos los textos escritos tienen que estar relacionados de alguna manera con el mundo del sonido que es el ambiente natural del lenguaje. Es verdad que la escritura ha creado la civilización, pero también es cierto que “leer” un texto significa convertirlo en sonidos, en voz alta o leyéndolo mentalmente, sílaba por sílaba. La escritura nunca puede prescindir de la oralidad, siendo la oralidad dialéctica la que hace que comprendamos lógicamente los mecanismos inherentes en determinado sistema, en nuestro caso, una lengua nueva. En tanto que la oralidad mimética, sin restarle importancia, llega a formar parte de un Sistema Abierto de la oralidad dialéctica, y no al contrario. Me explico: La buena memorización depende de la buena lógica del contenido. Es necesario primero comprender las cosas y luego memorizarlas. No como se hacía en la época de Homero, en donde los niños aprendían “de memoria” diversos episodios de la Ilíada y la Odisea para recitarlos en público sin comprender absolutamente nada de su significado lógico. La oralidad dialéctica, afortunadamente, dio término a dicho estado de cosas. Sin embargo, parece ser que con la caída del Imperio Romano y la aparición de la Edad Media, el método de la oralidad dialéctica de quedó en el olvido.

Con lo anteriormente expuesto espero que quede claro que el papel del instructor en cursos acelerativos de idiomas debe ser el de un facilitador y no un inhibidor. Siendo obvio que el conocimiento por parte del participante de su lengua materna facilita la tarea hacia el conocimiento de la lengua objetivo. El concepto chomskiano de “competencia” viene en sí mismo integrado en la lengua vernácula del participante. Siendo igualmente obvio que durante el proceso del curso el participante aprenda a aplicar sus propias estrategias de instrucción. Es necesario desarrollar la capacidad, por parte del instructor, de permitir que las estrategias, quizás innatas, del participante, dictaminen nuestra forma de enseñar en un momento y circunstancia determinados y que dicho participante determine asimismo nuestro Sistema Abierto. Es más eficaz, por la rapidez de los resultados y demás connotaciones psicológicas ya expuestas, aprender a adaptarse a las necesidades del participante que imponerle e inhibirle con nuestras ideas preconcebidas de cómo debe aprender, qué debe aprender y cuándo lo debe aprender siguiendo todo esto en un simple “libro de texto” diseñado por los “expertos” de turno. Creo que la idea queda aún más precisa y explícita con lo que afirmó en su momento  Von  Humboldt: “ En realidad, no podemos enseñar una lengua, sino que sólo podemos crear las condiciones en las que se desarrolle de forma propia y espontánea en la mente. Nunca podremos mejorar nuestra habilidad para crear tales condiciones favorables hasta que sepamos más acerca del modo en el que un alumno aprende y de las características de su programa interno”.

La estructura latente del lenguaje descrita ya por Eric H. Lenneberg (1967), nos lleva a concluir la misma aseveración respecto a un Sistema Abierto de enseñanza/aprendizaje. Por supuesto que existe, creo yo, una estructura psicológica latente que está esperando el momento de ser activada cuando un adulto intenta producir oraciones y diálogos en la lengua objetivo que está aprendiendo. Siendo parte integrante de ésta estructura psicológica, y hasta me atrevería a decir fisiológica, latente, la propia lengua del participante. Esto lo tengo confirmado de igual manera por la certeza de que la lengua más “difícil” de aprender para un adulto, es la segunda lengua, pues toda la información al principio es totalmente nueva para el principiante que habla solamente una lengua. Pero para aquellos principiantes que dominan dos lenguas, aprender una tercera es ya más fácil. Y una cuarta es todavía más fácil, etc. Por eso cuando la gente me pregunta qué nacionalidad es la “mejor” o la “peor” para aprender idiomas, les contesto tajantemente que no se trata tanto de nacionalidades sino del número de idiomas que la persona domina con antelación. Sin importar si las lenguas tienen alguna correlación o no. Me explico: He tenido participantes que han hablado perfectamente portugués y francés, por ejemplo, y debido a la semejanza de éstas dos lenguas latinas con el español, el curso les ha sido totalmente fácil desde el primer momento, dejándose ver los resultados rápidamente. Igualmente he tenido participantes que dominaban perfectamente el finlandés, el ruso y el  sueco, por ejemplo, y han sido tan rápidos como los otros que dominaban las lenguas latinas, ya que estaban conscientes en todo momento  de que lo que tenían que hacer era envolverse plenamente y enteramente en un sistema lingüístico nuevo, y nada más. De ahí que las inhibiciones, temores, etc., de los participantes que hablan una sola lengua no existan y el aprendizaje sea más fluido.

De igual manera, he tenido participantes que han hablado siete u ocho idiomas al venir aquí conmigo y han alcanzado en 50 sesiones el nivel 3. Si tomamos en cuenta que para un participante normal llegar al nivel 3 se requieren 150 sesiones, se puede muy bien apreciar la diferencia. Además quiero añadir que esas personas que aprendieron de forma radicalmente vertiginosa eran de países tan diversos como Holanda, Irán y Sudáfrica.

Ahora ya podemos corroborar que el aprendizaje debe conducir a un cambio significativo de la experiencia, parafraseando a David Ausubel (1983), es decir, debe ser más que un simple cambio de conducta. Debe enriquecer al participante en todos los sentidos. No sólo, en nuestro caso, en la adquisición de una lengua nueva en un período de tiempo a corto plazo, sino también y consecuentemente, diría yo, un desarrollo personal que dote al participante de una autoconfianza cada vez más satisfactoria y saludable en su desenvolvimiento en la lengua objetivo y en la totalidad de su personalidad de forma directa. El uso de lo que yo considero como la memoria creativa, compaginada con la oralidad dialéctica, es la base misma del Proceso de Espontaneidad en el Habla, que será posteriormente analizado.

 



 

viernes, 9 de mayo de 2014


 

                                                           MEMORY ACTIVATION

 

Following the guideline of an Open System model for language teaching/learning within a frame focused towards accelerated learning, I must objectively deal with the “memorisation problems” which so much scientific and pseudo-scientific literature has been producing during the last decades.

            As the participant finds himself actively acting during the formulation of personal sentences about many diverse and spontaneous themes, he logically understands the way to construct such sentences and all new sentences he will eventually produce during the rest of the course. Let us remember that his reference is his own language; therefore, he does not need theoretical descriptive grammar explanations in order to learn to communicate. Instead, the target language of the course will be gradually compared with the mother tongue of the participant. Even the same mistakes must be translated with the participants, given that this helps them avoid typical errors and get familiarised with the language, as for example, the verb “telefonear” in Spanish. Most of the participants will fall in the trap of saying “Yo teléfono,” which is incorrect and sounds in Spanish as if someone said in English “I am a telephone” or in Danish “Jeg er en telefon.” These types of mistakes, besides stimulating laughter in the participants, thus creating a friendly environment, are useful in order for them to compare how ordinary expressions would sound if they were mistakenly used by foreigners in their own language. Such discernment stimulates them, so they will pay more attention to little phonetic, syntactic, and semantic details, for it is obvious that they would not like to speak the target language as foreigners do when the latter speak incorrectly their own language. Here, fear of shame plays a relevant psychological role, stimulating the participant to pronounce words the best way possible, to structure phrases and sentences with the greatest coherence possible and, likewise, to construct complete ideas with the best congruence possible.

            In the example given above, the instructor simultaneously indicates the participant that even the last letter must be pronounced, when he is dealing with any regular verb, before reaching the infinitive form’s ending, placing the appropriate ending depending on the corresponding personal pronoun. Well, instead of giving the participant such a grandiose explanation as this one, he is simply told “Careful: ‘yo teléfono’ is as if I said ‘I am a telephone’ in your language.” Once the initial laughter is gone, the person immediately pays more attention to verb conjugation.

     We have to face the known fact that, in any European country, or more generally, in any country where Western culture is dominant, 80% of its inhabitants ignore their own language’s descriptive grammar. Therefore, it is illogical to try to teach a language based upon grammar rules and it is even worse to use “grammar explanations” which are not adequate for a common mortal, but rather for Linguistics and Philology specialists. We must take into account that all people who want to learn a foreign language by means of an accelerated course are only and exclusively interested in communicating in that target language, not in becoming phonetic, morphosyntactic, or – even less – semantic specialists. The only thing intended is to speak it and understand it. Once the participant controls his speech, perhaps he will later like to write it correctly, for which purpose I would recommend him a little grammar in order to know writing rules. But in that moment, he will not need any language instructor, for he already masters the language, and what he has to do is to train himself to write it skilfully. It is practically the same way in which we learned to study grammar in our own language. In other words, pure and formal grammar courses started when we were 7 or 8 years old. In that moment, we were both mentally and linguistically ready to analyse and delve into our own language – we already spoke it almost perfectly from a point of view of native speakers.

            I have indeed reliably confirmed all this. It is true that there are people who, although they are very successful in their professional and social life, have no idea about what an Undetermined or a Determined Article is. Consequently, the most correct way to teach those essential elements in order to construct coherent sentences is through comparison with their own language. Thus, instead of talking to an English participant about Determined Articles, it would be better to tell him that “the” is “el/la/los/las” in Spanish, inducing him by means of spontaneous exercises to understand its Gender and Number connotations, saving him precious time that would otherwise be devoted to morphosyntactic comprehension. All the exercises that spontaneously arise must have their counterpart in the language of the participant – especially, as I said before, in the basic levels.

            The other side of the coin, i.e. teaching without descriptive grammar but only using the target language from the first day, is obviously a waste of time and energy. Indeed, I have confirmed that those institutes which use such method only and plainly use it for one reason: their instructors do not speak but the target language. They do not master any other language. This, in my opinion, is an aberrant cynicism, given that we already know that any adult needs an “explanation” of some kind in his own language even at intermediate levels. Participants to whom I have taught English or Spanish who had previously participated in courses where they were “sold” the idea of the “Natural Method” always tell me that things went very well on the first day, given that things were as easy as “good morning-good afternoon-good night,” but from the time when the text’s dialogue became complicated – third or fourth day – comprehension was minimal, given that it was a process of guessing, the instructor playing the clown trying to mimic things as, for example, “Mañana voy a trabajar por la mañana, pero no por la tarde.” Show me how one can explain that with mimics! This way, nobody was really sure of what the “Natural Method” instructor or text was trying to say.

            Once the beginners have understood the logic of the target language by means of phonetic, morphosyntactic, and semantic exercises, it will be time for what we call “Memoristic Retention” to start operating, not before. It is impossible to remember things which we do not understand. Our memory does not work by accumulating illogical data. On the contrary, it is essential for our memory that the information with which it is working in a given moment is totally logical and as transparent as possible. Therefore, all those fake courses about “improving your memory” or “exercising your memory” have no room in any way whatsoever in the way I perceive language teaching or any other type of teaching. And that was one of the fundamental errors of Lozanov with his Suggestological Method. To Lozanov, it was essential that people would “memorise” hundreds and thousands of words during his sessions. The small but transcendental mistake consists in not understanding that, in order to master a foreign language, the goal is not to learn “by heart” a countless number of words, but rather to learn from the first moment how to coherently structure known words in order to create a correct sentence, congruently structuring the sentences being produced with the intention of creating a reasonable and fluent conversation. I call this the Process of Speech Spontaneity. The important aspect is not the number of words that a participant “remembers” in a given moment, but rather learning how to spontaneously use already “remembered” words in many different situations. The fact of knowing many words in the target language does not imply at all that the person is able to speak that language fluently and correctly. Indeed, many participants coming to my Spanish courses know a great number of words in Spanish and have lived in Spain during 5, 10, 15, 20, or – I have had some – 25 years. Obviously, these individuals had listened and learned many words and had participated in many conventional courses, etc. Nevertheless, they came to me because what they needed was to learn to construct coherent sentences and hold congruent conversations. They made such huge mistakes as “Yo gusto,” which translated to English would be something as “me like” or the Danish “mig kan lide.” Such expression, as it was used for many years without ever realising that their strongly rooted habit was a mistake, is very hard to erase from the participant’s lexicon. By the way, it is very difficult to work with this kind of participants: one must first “clean” all the errors they have acquired throughout so many years and then teach them to speak properly.

            For this reason, in brief, memorising material which makes no sense for the participant is a waste of time and, in the end, the participant subjectively believes he has a “bad memory,” given that “he is already too old to learn a foreign language,” as well as many other false conclusions which frustrate and inhibit people in their attempt to learn something new. They do not even realise that this is due to the method or methods with which they have been tried to be taught. This is so true, that when participants come to my courses, many amongst them tell me that they always – for many years – have been only using the Simple Present tense. “And clearly, people understood what I meant,” they tell me, “but now that I know how to use the Past and Future tenses, I realise how ridiculous I sounded.” A typical example would be: “Ayer voy a la playa,” which translated to English would be “yesterday I go to the beach” or Danish, “I går, går jeg på stranden.”

            In many courses, I have been astonished to find out that many participants between the ages of 78 and 82 had a fantastic memory capacity. But of course, they first had to logically understand the contents of what was being exposed and then their memory started to operate wonderfully. I am not at all saying that they retained information as quickly as participants aged 20 would. They did not, but they retained most of the given material and learned how to use it effectively in their social environment. And that, I believe, is the essential aspect of their achievement.

            Therefore, once the inner logic of the target language is understood, memory activates itself. This activation of memory, by means of logic, implies that the organism learns through experience. The participant himself has to “discover” that logic in the target language. The instructor’s duty is to guide him towards that “discovery.” When the “Aha" experience takes place and the participant realises how mechanical the procedure indeed is, as it happens, for example, with all regular verb conjugation in Spanish, his memory triggers and the fact of creating an infinite number of sentences as he “plays” with these regular verbs is a real pleasure for the participant, enabling him to create true spontaneous conversations with the instructor. When the participant has assimilated the mechanics of regular verbs, I actually proceed to teach him, little by little, irregular verbs – exceptions. Doing the opposite is absurd. Many participants in my courses have told me that the first thing they had learned in Spanish was the verb “ser” (to be), which is irregular. And besides having spent several days “memorising” said verb, they thought that all Spanish verbs possessed such characteristics (they thought there was no logical mechanics), which is not true for the vast majority of verbs.

This is why I find the Chomskian idea that language is a creative activity as totally correct. The instructor’s role as a motivator is essential. Without a good motivator, any intensive language course would be doomed to fail. As I explained before, it could be said that the participant’s interest indeed already exists innately, his acting being the one to produce the necessary energy to learn quickly. However, if the instructor does not give the proper spontaneous and effective feedback to acting, interest declines drastically and results, consequently, are not the same. The instructor must know at all times the specific cognitive structure of the participant, the one which must possess what David Ausubel called “logical meaning,” which we must be able to intentionally and substantially relate to the corresponding and pertinent stage in which the cognitive structure of the participant is available in a given moment. This “logical meaning” obviously refers to the inherent characteristics of the elements to be learned and to their nature.

            This way of learning apparently existed already – although not for language teaching, unfortunately – in Ancient Greece. Mimetic poetry was first developed in Greece in the VIIIth century B.C. Homeric works were learned by heart by the students. Writing was almost never used, but rather any everyday message required a mimetic poetry effort. This gave place to the development of poetry in Ancient Greece, where rhyme was of great help for the quick and effective memorisation of verses. This conception was eventually carried on to Plato’s era (IVth century B.C.) with the name of dialectic poetry. This was, let us say, the summit of Socrates’ methodology of refutation and elenchus dialogue. This way, a different form or orality was born and developed. This was an orality created by philosophers. Dialectic poetry, used exclusively by Thales of Miletus and Socrates, had as its purpose to stimulate logical thought in the individual. Indeed, dialectic poetry’s full development is the basis of our so-called Western culture. The use of logic for learning and not only pure and simple repetition of mimetic orality which is, as I have said before, important but only using it sporadically and not giving it unlimited importance, caused dialectic poetry to also influence the development of writing. All written texts have to be somehow related to the world of sound, which is language’s natural environment. It is true that writing has created civilisation, but it is also true that “reading” a text means to turn it into sounds, either out loud or inside one’s mind, syllable after syllable. Writing never holds without orality, dialectic orality being the one that makes us understand logically the inherent mechanisms in a given system, in our case, a new language. However, without making it less important, mimetic poetry becomes part of the Open System of dialectic poetry, and not the opposite. I make myself clear: good memorisation depends on the good logic of the contents. It is necessary to first be able to understand things in order to memorise them. Not as was done in Homer’s era, where children learned “by heart” several episodes of the Iliad and the Odyssey in order to recite them in public without understanding anything at all about its logical meaning. Fortunately, dialectic orality ended such state of things. However, it seems that, with the fall of the Roman Empire and the beginning of the Middle Ages, the method of dialectic poetry was left to oblivion.

            I hope this explanation makes clear that the role of the instructor in accelerated language courses must be that of a facilitator and not of an inhibitor. It is obvious that the participant’s knowledge of his mother tongue facilitates the task towards his learning of the target language. The Chomskian concept of “competence” is itself integrated to the vernacular language of the participant. It is equally obvious that during the unfolding of the course, the participant learns to apply his own instruction strategies. It is necessary that the instructor develops the ability to allow the strategies, maybe innate, of the participant determine our way of teaching in a specific moment and under specific circumstances and that said participant determines our Open System as well. It is more effective, because of the results’ speed, as well as for psychological connotations already exposed, to learn to adapt to the needs of the participant rather than imposing on him and inhibiting him with our preconceived ideas about how to learn, what to learn, and when to learn it, following the guide of a simple “textbook” conceived by then current “experts.” I think that the idea is even more precise and explicit as stated by von Humboldt: “Indeed, we cannot teach a language, but only create the conditions in which it develops properly and spontaneously in the mind. We shall never be able to improve our ability to create such favourable conditions until we know more about the way in which the student learns and the characteristics of his internal program.”

The latent language structure already described by Eric H. Lenneberg leads us to conclude the same statement regarding a Teaching/Learning Open System. Of course, I believe there is a latent psychological structure which is waiting for the moment to be activated when an adult tries to produce sentences and dialogues in the target language he is learning. The participant’s own language is an essential part of this latent psychological – and I would dare say physiological – structure. This is also clear to me, as it is certain that the most “difficult” language for an adult to learn is the second language, for all the information is at first totally new for the participant who only speaks one language. But for those participants who already master two languages, learning a third one is easier, and a fourth one is even easier, etc. This is why, when people ask me which nationality is “better” or “worse” when it comes to learning languages, I emphatically reply that nationality is not a condition for that purpose, but rather the number of languages a person masters already. It does not matter if languages are correlated or not. I make myself clear: I have had participants who spoke perfect Portuguese or French, for example, and given the similarities between these two Latin languages and Spanish, the course has been easy for them from the very start, results showing quickly. Likewise, I have had participants who master Finnish, Russian, or Swedish, for example, and who have been as quick as those who mastered Latin languages, for they were aware that what they had to do at all times was to get fully and deeply involved with the new linguistic system, and nothing else. Therefore, inhibitions, fears, and other barriers in the participants who speak only one language do not exist and learning becomes more fluent.

            Similarly, I have had participants who spoke seven or eight languages and, when they came to me, reached level 3 in 50 sessions. If we take into account that for each normal participant, reaching level 3 requires 150 sessions, one may very well appreciate the difference. Besides, I want to add that those persons who learned in a rather vertiginous way came from countries as different as the Netherlands, Iran, and South Africa.

            Now we may confirm that learning must conduce to a significant change of the experience, in the words of David Ausubel: it must be a simple change of behaviour. It must enrich the participant in all senses. Not only, as in our case, for the acquisition of a new language in the short term, but also and consequently, I would say, for personal development which provides the participant with increasingly satisfactory and healthy self-confidence in his development of the target language and directly in his whole personality. The use of what I consider as the creative memory, together with the dialectic poetry, is the basis of the Speech Spontaneity Process, which will be analysed later.















sábado, 3 de mayo de 2014

MEMORY/MEMORIA/HUKOMMELSE


 

WITH THE HARMONIOUS USE OF OUR VISUAL, AUDITORY AND KINESTHETIC MEMORY, THE PROCESS OF LEARNING A NEW LANGUAGE INCREASES DRASTICALLY.


CON EL USO ARMÓNICO DE NUESTRA MEMORIA VISUAL, AUDITIVA Y KINESTÉSICA, EL PROCESO DE APRENDIZAJE DE UN NUEVO IDIOMA SE INCREMENTA DRÁSTICAMENTE.


Med den harmoniske brug af vores visuelle, auditive og kinæstetiske hukommelse, stiger processen med at lære et nyt sprog  drastisk.


miércoles, 23 de abril de 2014


The Hypnagological Method is an accelerative language teaching system. The essence of this psychological approach to adult learning, is saving time, energy, frustrations, etc., always involved in courses lasting several weeks, months or even years. The various learning possibilities we offer take only few days. For example, a Super-Crash course consisting of 10 days of immersion, or a Crash course with a 7 day immersion, or Intensive course (5 days), and also Half-Intensive (2 weeks). Finally a Weekend course (2 days).

Anyway, what is important in this methodology is the constant use of the participant’s visual, auditive and kinesthetic memory, without explanations of the target language through descriptive grammatical rules. The participant will learn the new language in a logical and rational way, working all the time with the proper use of phonetics (pronunciation, intonation and rhythm), sintaxis (the correct links of the learned words in order to express complete sentences), and semantics (the correct links of phrases and sentences to create congruent communications and ideas).

The results we have had with these courses since 1990 in Costa del Sol and other parts of the world, confirm day by day that the Hypnagological Method functions perfectly well with any adult (linguistically speaking, an adult is considered from 12 years old), up to 82 years of age, regardless their nationality or educational background, since learning a language is simply learning a habit.

Consisting in 2 phases, the dynamics of the Hypnagological Method includes an Active Part where the participant focuses exclusively in the logics, through language transfer, of the target language. The Passive Part includes the use of autogenic relaxation in order to give a feedback to all the learned material, during the Active Part, at a subliminal level.

Due to the previously outlined, the participant does not have to do any “homework” or worry about descriptive grammar. This combination of the hypnagogic state (Alpha state) with a logical and rational state of alert, is in the very name of the method: Hypnagological.

 
 
 

 
El Método Hipnagológico es un sistema de enseñanza lingüística acelerativo.
 
Lo fundamental de dicho enfoque psicológico para el aprendizaje de adultos, es el ahorro de tiempo, energía, frustraciones, etc., que conllevan los cursos de varias semanas, meses o aún años. Las diversas posibilidades de aprendizaje que ofertamos tienen una duración de pocos días con óptimos resultados. Por ejemplo, el curso Super-Crash consistente en 10 días de inmersión, o el curso Crash, con una inmersión de 7 días, o curso Intensivo (5 días), e igualmente Medio-Intensivo (2 semanas). Finalmente cursos Fin de Semana (2 días).
 
En fin, de lo que se trata es de utilizar la memoria visual, auditiva y kinestésica del participante de tal modo que sin necesidad de explicar el idioma objetivo con reglas gramaticales descriptivas, el participante va aprendiendo el idioma de una forma lógica y racional, trabajando en todo momento con el buen uso de la fonética (pronunciación, entonación y ritmo), la sintaxis (el enlace correcto de las palabras aprendidas para llegar a formular frases y oraciones), y la semántica (el enlace correcto de frases y oraciones para llegar a crear ideas comunicativas completas).
 
Los resultados que hemos obtenido con estos cursos desde 1990 en Costa del Sol como en otras partes del mundo, nos confirman día a día que el Método Hipnagológico funciona perfectamente con cualquier adulto (lingüísticamente se considera un adulto desde los 12 años de edad), hasta 82 años de edad, sin importar su nacionalidad o nivel educativo, ya que aprender un idioma es ni más ni menos que aprender un hábito.
 
Consistente en 2 fases constantes, la dinámica del Método Hipnagológico incluye una Parte Activa, en la cual el participante se concentra exclusivamente en la lógica, a través de la transferencia lingüística, del idioma en cuestión. Y la fase de la Parte Pasiva contempla el uso de la relajación autógena cuya finalidad es retroalimentar todos aquellos aprendizajes que se realizaron en la Parte Activa a nivel subliminal.
 
Debido a lo anteriormente reseñado, el participante no tiene que hacer “deberes en casa”, ni preocuparse de la gramática descriptiva. Esta combinación de encontrarse en un estado hipnagógico (estado alfa) con un estado de alerta lógico y racional, se encuentra en el nombre mismo del método, es decir, hipnagológico.
 
 
 
Den hypnagologiske Metode er et accelererende sprogundervisnings system.
 
Det grundlæggende med denne psykologiske fremgangsmåde til voksenundervisning er at sparre tid, energi, frustrationer, osv, som kurser på flere uger, måneder eller endda år kan medføre. De forskellige trænings muligheder som vi tilbyder, er kurser af få dages varighed med optimale resultater. For eksempel: Super-Crash Kursus bestående af 10 dages intensiv undervisning, eller Crash Kursus med 7 dages intensiv undervisning. Eller Intensivt Kursus (5 dage), og ligeledes Halvt-Intensivt (2 uger), og inklusiv Weekend Kurser (2 dage).
 
Kort sagt, drejer det sig om at bruge deltagerens visuelle, auditive og kinetiske hukommelse, således er der ingen grund til at forklare målsproget med beskrivende grammatiske regler, men tværtimod, deltageren vil lære sproget på en logisk og rationel måde. Vi arbejder med det korrekte brug af fonetik (udtalelse, intonation og rytme), syntaks (det korrekte link til at få de lærte ord opbygget i rigtige sætninger) og semantik (den korrekte sammenhæng mellem sætninger til at skabe et totalt kommunikativt repertoire).
 
De resultater som vi har haft med disse kurser siden 1990 på Costa del Sol og i andre dele af verden, bekræfter gang på gang, at den Hypnagologisk Metode fungerer perfekt med enhver voksen (sprogligt talt, hvor en person er betragtet som voksen fra 12 år), op til 82 års alderen, uanset deres nationalitet eller uddannelsesbaggrund, da det at lære et sprog er intet mindre end at lære en vane.
 
Fremgangsmåden ved den Hypnagologiske Metode består af 2 faser: den aktive del, hvor deltageren udelukkende fokuserer på logik igennem Lingvistisk transfer til det pågældende sprog. Og den passive del, som bruger Autogenic afslapning, er rettet mod at forstærke de ting der blev lært igennem den aktive del, på et underbevidst niveau.
 
På grund af det tidligere skitseret, behøver deltageren ikke ”at lave lektier” eller bekymre sig om beskrivende grammatik. Denne kombination af at være i en hypnagogisk tilstand (Alpha tilstand) med en logisk og rationel tilstand, er i sig selv navnet på metoden, dvs. Hypnagologisk.
 
 
 

 

martes, 22 de abril de 2014


MÉTODO HIPNAGOLÓGICO - HYPNAGOLOGICAL METHOD - HYPNAGOLOGISK METODE
 
 
IT IS NOT YOUR APTITUDE, BUT YOUR ATTITUDE DEFINING YOUR ALTITUDE IN LEARNING LANGUAGES
 
                                                                   SUCCESSFULLY.
 
 
NO ES TU APTITUD, SINO TU ACTITUD, LO QUE DEFINE TU ALTURA AL APRENDER CON ÉXITO IDIOMAS.
 
 
 
 
DET ER IKKE DINE EVNER, MEN DIN HOLDNING, SOM DEFINERER DIN HÖJDE I AT LAERE SPROG MED
 
                                                                           SUCCES.

 
                                                 CENTRO ELEUSIS, COSTA DEL SOL
                                                               www.centroeleusis.net


 

 

 

 

 

jueves, 17 de abril de 2014

HIPNAGOLOGÍA/HYPNAGOLOGY/HYPNAGOLOGI

A NEW LANGUAGE... A NEW WORLD...

UN IDIOMA NUEVO... UN MUNDO NUEVO...

ET NYT SPROG... EN NY VERDEN...